“Ponte los Cantos Gregorianos”: una entrevista con Ay Gregorio!

Por Iván Gutiérrez

De vez en cuando aparece por ahí un músico dispuesto a cantar lo que le acontece con lo que tenga a la mano, a expresar lo que observa en su mundo externo e interno aunque ello implique desnudar alma y corazón para compartir un poco de su amor y dolor en historias con las que muchos puedan identificarse. Una guitarra, su voz y alguien que los escuche es todo lo que requieren estos cantores, justo como ocurren con los músicos norteños, los músicos de country o de folk desde hace años.


El 2021 ha visto surgir a un compositor de esta estirpe. Lleva por nombre Ay Gregorio!, así, con un solo signo de exclamación. Se le ha visto por los cafés, bares, bazares, festivales culturales y eventos alternativos de Ensenada, cantando temas que llevan por nombre “Mazapank”, “Marca Acme”, “Cobeatnik”, compuestas de letras que nos remiten a los amores desenfrenados y desastrosos, la seducción de las tentaciones y los vicios, los padecimientos de la vida posmoderna, lo excitante y terrible de habitar el mundo en tiempos pandémicos. A dos semanas de haber liberado su primer material acústico “Cantos Gregorianos”, decidimos explorar un poco más de este cantautor porteño emergente.
https://open.spotify.com/artist/7JWYz76kcuMX1ZpdgQKGhs

Platícanos de Ay Gregorio!, cuando nace…
Cuando era morro me dedicaba mucho a la música. Tenía algunas bandas con las que tocaba covers de todo tipo, desde System of a Down o Iron Maiden a openings de ánime o canciones de Bob Esponja (ya vez, muy heterogéneo desde entonces). Al entrar a la universidad empecé a destinarle más tiempo a otras áreas y disciplinas de la carrera de Cs. de la Comuncación, a meterme en el periodismo, la locución, la redacción, la investigación social, la fotografía… competencias que al egresar me pondría a ejercer, y pues la interpretación musical quedó un poco de lado durante casi diez años, si bien me dediqué a hacer crónicas musicales, entrevistar bandas, escribir reseñas de bandas y fotografía de concierto, como que no me hacía a la idea de soltar la música del todo.
Hace unos tres años volví a conectar con la interpretación y composición musical gracias a Alex, uno de mis mejores amigos, y a partir de ello ya no la solté. Empecé a componer en mi cuarto, primero pequeños riffs, luego a ensamblar algunos acordes y eventualmente también a escribir canciones, algo que se me dio con mayor facilidad por la experiencia de escribir cuentos, poemas, crónicas y por tantos años de estar practicando constantemente los géneros periodísticos.
Por ahí del 2019, cuando ya tenía un set de cuatro o cinco canciones, decidí empezar a tocar en vivo, participé como en dos eventos culturales locales, tocando también algunos covers junto con mis propias composiciones. Llegó el 2020 y pues ya saben, todo se fue a la mierda, pero seguí componiendo —precisamente de toda esa experiencia nació Cobeatnik— y ya este año me animé a grabar con más seriedad unos primeros temas con el apoyo de un amigo llamado Osbaldo Ledezma (Árbol Rosa), con quien he estado produciendo los Cantos Gregorianos. Ahora que las condiciones pandémicas han aflojado un poco, he vuelto a tocar en vivo con un set ya más trabajado que ha ido tomando un sonido que cada vez me gusta más, y bueno creo que así puedo resumir cómo empieza toda esta aventura, para no hacer el cuento (más) largo.
https://youtu.be/2NBBZOauE5Y

¿Qué son los “Cantos Gregorianos”?
Los Cantos Gregorianos son un recorrido por varias historias agrupadas bajo un primer álbum acústico, con cada historia teniendo su propia forma y estructura, su inicio, su desarrollo y su conclusión, que de forma aislada buscan transmitir su propio universo, a la par que todas en conjunto forman el recorrido entero de los cantos. En cada pieza hay un sentimiento diferente, expresado utilizando recursos musicales y rítmicos tan variantes como constantes. Lo que me ha gustado mucho de esta primera entrega es que cada canción es única, y tienen emociones muy genuinas.
El nombre fue una sugerencia de mi productor, que vio cómo el nombre de “Gregorio” se prestaba para vincularlo con los “Cantos Gregorianos”, estos coros que se cantaban como parte de las misas católicas en la Edad Media, y que me parece todavía se reproducen por ahí en algunas iglesias. Me gustó la idea, así que lo dejamos tal cual, como unos Cantos Gregorianos modernos.
https://open.spotify.com/album/7KyhA3nsEvU6hk9EhhBmXh

¿Crees que se puede identificar ya un “Sonido Gregorio”?
Quizás el común denominador actual de todas las canciones es que su base es una guitarra y voz, con algunos ritmos recurrentes que te hacen pensar en música de tipo norteño, el corrido, la música ranchera, el folk, la balada.


Pero quisiera no encapsularme, quisiera que el sonido se fuera expandiendo a nuevos horizontes, a sonidos inesperados, a otras formas de crear, de ser, de entender, de sentir, según lo que se vaya presentando en el camino, porque pienso que la música es una forma de crecer, no de limitarse. Justo hace unos días me decidí a lanzar una versión alternativa de Vivir Tan Rotos en piano, del que no soy muy diestro, pero me gusta tanto su sonido que lo he ido explorando conforme a mis posibilidades, y pues así me gustaría seguir con otros instrumentos.
https://youtu.be/JyvokBOBOic


Ahora quizás el mayor énfasis de la música está en las letras, porque es el área en la que me siento más fuerte, pero justo estoy tomando clases de canto, solfeo y ensamble de guitarras para fortalecer otras ramas gregorianas, y creo que de todo eso saldrá un Ay Gregorio! con muchas más herramientas nuevas para seguir creando y componiendo mejor música.

¿Qué viene para Ay Gregorio!?
Estamos por liberar la versión de estudio de “Vivir Tan Rotos”, en la que colaboramos con dos chicas talentosísimas, por un lado Samantha Saldaña (@satanastuvo.unahija) nos acompañó en voces, dándole mayor dramatismo a esta narrativa de ruptura, y la joven Fernanda (@lanebulosa.rosa) participó con su viola, aportando en la creación de esta atmósfera genialmente desgarradora durante la segunda parte de la canción. En portada tenemos una fotografía tomada por mi amigo Raúl Villareal, que hicimos en un Hotel abandonado en medio de la Sierra Juárez, fotografía intervenida por Laura Cervantes (@smuuuuuk), quien también nos apoyó modificando el resto del material fotográfico para la campaña de lanzamiento.

Hay otras canciones en camino, varias de ellas con un sonido muy romántico, pues son composiciones de una época ya un tanto lejana, en la que estos sentimientos estaban muy presentes. Hay un bolero muy lindo por ahí, una balada indie (que estoy tratando de trasladar al piano, pues en ambas versiones transmite una experiencia distinta), una balada con ritmo de folk muy romántica, muy amorosa. Hay también una canción arpegiada que es un lamento de hace tiempo. Creo que en definitiva la mayoría de estos primeros cantos tienen como tema principal el amor, las relaciones fallidas, la pasión, las heridas, pero también los momentos alegres de todo romance.


Algunas otras canciones nuevas vienen ya con un sonido de acero más fuerte. Una de ellas, “Tardes de Domingo”, va más sobre la angustia y el sentirse miserable, es una canción muy folk estilo Dylan, que con una sola progresión de acordes te comparte toda una obra poética inspirada en sentirse desdichado: es un relato del sentirse hecho mierda con una narrativa muy progresiva. Y hay otra canción que se llama “Territorio Sur” en la que siento logré utilizar ese sonido de acero para transmitir un poco del mundo que se vive en mi barrio, con una expresión bastante country-folk.


También quiero sacar una versión alternativa de “Vivir Tan Rotos” en piano bien producida, igual con la de “Prefiero Mentirte Otra Vez”, y armar un pequeño EP de B-Sides. Si todo sale bien estaremos produciendo esas canciones próximamente con el apoyo de mi amigo Alex Arroyo en las teclas, y de otros músicos que se vayan sumando.

¿Qué es lo que más disfrutas como músico?
Me gusta sentir, me gusta vivir, me gusta componer. Hacer y compartir música es como respirar: si no lo hago, seguramente me muero pronto. Y pues qué te diré, me siento agradecido, agradecido conmigo mismo por haberme atrevido a lanzar el proyecto, y agradecido con todas las amistades que me han apoyado con ello, porque a pesar de presentarme como solista, nada de esto sería posible sin todas las personas que me rodean y me ayudan de una u otra forma.
Hay algunos amigos que me han ayudado a escuchar y valorar las canciones previo a compartirlas con el público (entre ellos mis hermanos), y otras amistades que ya se saben partes de las letras y a veces las cantamos juntos, y eso me llena de plenitud, porque veo cómo aquella emoción, que quizás en su momento fue devastadora o por igual divertida, ahora puede ir más allá de mí y formar parte de la experiencia sentimental y existencial de alguien más. Creo que no hay nada que disfrute tanto como eso. Y pues nada, sin la música realmente no sé qué haría, seguramente dedicarme a la publicidad, la literatura o al periodismo.

Fernando Rios